4/5/15

El monopolio de la Biblia y la nueva traducción para América



Una realidad que pocos quieren ver y un horizonte esperanzador
A propósito del monopolio editorial de la Biblia y el proyecto de la traducción para América hispana.

En esta brevísima reflexión hemos de tocar un punto referente a la Sagrada Escritura que pocos desean analizar, pero que en gran medida atañe a la misión evangelizadora y a la pastoral en la práctica, me refiero a la monopolización de las ediciones y traducciones de la Biblia, realidad, que gracias a Dios, parece estar terminando.

A modo de introducción les comparto estas dos experiencias que me hicieron escribir esta reflexión.

Estando en los Estados Unidos pude ir a las llamadas ´tiendas de dólar´ concretamente entré a la Dollar three para comprar algunos productos de jardinería a bajo costo. Pude ver en la sección de papelería una edición de la Biblia a 1 dólar, The King James Version (Versión de la Biblia del Rey Jacobo, la Biblia protestante más popular en inglés). Costaba solamente un dólar y a pesar de ser una edición económica no era de mala calidad. Me pregunté porque no se encontraba algo parecido en México.

La segunda experiencia fue cuando trabaje en la pastoral profética de mi parroquia como catequista. Las sagradas escrituras ediciones pastorales y populares no estaban al alcance de las personas debido al costo, por lo que había las llamadas Biblias subsidiadas, ediciones tamaño pastoral en letra grande con un costo hasta 80% menos de lo que originalmente se podían conseguir en una librería; el requisito para comprar esta Biblia era pagar $30.00  (pesos mexicanos hacía el año 2000) y entregar dos bolsas de latas de aluminio bien aplastadas... y se le entregaba la Biblia.

Con esta realidad entra el cuestionamiento... ¿Por qué?  En Estados Unidos se encuentran ediciones protestantes económicas y en México solo después del año 2000 empezaron a aparecer algunas Biblias católicas a bajo precio para la población... ¿Por qué? 

Los monopolios de las ediciones.

Una casa editorial católica hace una traducción y tiene los derechos sobre ella, ella elige su costo y  medio de distribución, así de fácil. Tienen un monopolio.

No es de extrañar que las editoriales que venden Biblias en abonos (demasiado caras) utilicen la versión de Torres Amat del siglo XIX pues al carecer de derechos reservados pueden hacer ediciones con ella.

Pero las Biblias que conocemos comunmente, las que usamos en la pastoral, en la catequesis, en el estudio y en nuestra oración, esas traducciones tienen derechos reservados en favor de la casa editorial, la cual podrá hacer ciertas concesiones evangelizadoras pero normalmente los costos de cada ejemplar son elevados dependiendo la fama de la traducción.

Las casas editoriales podrán presumir los logros de venta, la calidad de traducción o su repercusión pastoral, incluso su apoyo a las misiones, pero no podrán deslindarse de monopolizar las traducciones, lo que significa elevar los costos para la población, mismo que se trate de ediciones populares para el pueblo. Saldrán económicas, pero detrás de cada ejemplar hay una ganancia significativa.

El panorama de las editoriales.

Si editorial X cediera a la Conferencia Episcopal X el derecho de imprimir su traducción bíblica en una sola edición, es más que seguro que el costo para la venta individual bajaría enormemente. Pero esto no sucede.

Pocos conocen la editorial Desclée de Brower pero muchos han escuchado Biblia de Jerusalén y saben que su precio es elevado. A raíz de la revisión de 1998 y la aparición de la Biblia de Jerusalén Latinoamericana, el costo descendió para esta adaptación que ofende la inteligencia de los hispanoamericanos. Buena Prensa en México logró que esta edición bajara mucho más el costo (180. 00 pesos Mexicanos), y cosa de dos años comenzó a circular una edición en papel reciclado y pasta rústica (a 100. 00 pesos mexicanos), el costo de esta última es significativamente bajo pero sabiendo que una edición rústica sale alrededor de 1.5 dólares ejemplar ¿porqué aún el precio elevado? Si la edición estuviera a cargo de una diócesis o conferencia episcopal, el costo saldría menor, pero como esta el factor empresarial, la editorial con los derechos... no se puede.

San Pablo y Verbo Divino en España coeditan la Biblia  Pastoral llamada también latinoamericana, una de las peores traducciones desde nuestro punto de vista. Es la más común en América y en parte de Estados Unidos. El costo de una Biblia letra grande en una librería es de alrededor de $200.00 pesos, más del salario mínimo de un obrero promedio. Esto no es tan popular. Nunca ha salido una versión realmente económica, solo de subsidio. 

La Sagrada Biblia Nácar - Colunga de bolsillo es la más cara en el mercado y es que la Biblioteca de Autores Cristianos se caracteriza pos dos cosas: Libros raros y precios estratosféricos.

Verbo Divino tiene la Biblia de América y sus variantes como la Biblia Católica para Jóvenes. Han bajado significativamente los precios de sus ediciones pero no se han popularizado, salvo esta última que ha empezado a tener fama en círculos de grupos juveniles.

Hay que reconocer a Ediciones Paulinas en México que siempre han vendido la Biblia del P. Agustín Magaña a un precio económico, el problema es que la Biblia Magaña nunca se colocó en el mercado como de las más populares.

En Colombia se ha editado Nuestra Sagrada Biblia de Evaristo Nieto por Ed. San Pablo a precios bajos y la Conferencia Episcopal hizo una edición popular, este es el justo balance para eliminar los monopolios. Uno de los problemas de esta edición es que las introducciones de los libros escandalizaban a las personas por su contenido progresista mismo que el texto no estuviera corrompido; una de las introducciones descaradamente da a entender esto: Que profeta Ezequiel, por su comportamiento, era un esquizofrénico que necesitaba ayuda profesional, carente en los días del exilio.

Los protestantes no se quedan atrás del monopolio, ya que las Sociedades Bíblicas Unidas es la que lleva la batuta en el mercado, en especial con la Reina Valera 1960.  En lo referente a Biblias Católicas  que ellos dicen editar denunciamos una edición de la Versión popular Dios Habla Hoy que ha aparecido a un precio muy bajo pero sin notas y sin comentarios a pesar de tener los deuterocanónicos. Esto es contrario a los lineamientos de la Iglesia en lo que respecta a la edición católica de las Sagradas Escrituras.

Una solución esperanzadora y el reto.

Muy pocos católicos de habla española en América saben del proyecto de la CELAM (Conferencia del Episcopado Latinoamericano) de tener una Biblia realmente para Latinoamérica. Hay un equipo de 25 exégetas que están preparando esta edición para unificar en una sola Biblia a los pueblos católicos de habla española del continente y con esto erradicar el monopolio y mantener la unión en una edición que no este encadenada a los derechos e intereses de una editorial.

El problema ante esta solución radica en que la mayoría de los obispos latinos no se meten en problemas. Poco harán para revisar personalmente y adentrarse a la edición. Levantarán la mano al escuchar  la explicación de los peritos sin realmente cuestionar la edición. Espero no fallar en la aseveración.

Se teme que la influencia aún latente de la teología de la liberación, el sentimiento anti hispánico, los nacionalismos y el modernismo, entre otros factores, converjan para distorsionar la edición o hacerla ambigua como otros intentos fallidos recordando la controvertida Biblia Latinoamericana y la Biblia Pastoral do Brasil.

Opinión del blog.

Nuestra opinión esperamos la escuche y considere algún señor obispo o miembro de la comisión de esta Biblia, pues deben escuchar no solo las lisonjas sino también las críticas y contribuciones adversas:

Tenemos la Biblia de la Conferencia Episcopal Española. En gran parte de América, incluyendo Estados Unidos, se usa una adaptación de esta Biblia en los textos de la liturgia. La traducción es sencilla,  entendible y de fácil comprensión.  ¿Por qué no optar por ella?

Si hay un sentimiento de anti hispanidad y del uso del Vos, vosotros, que se adapte ligeramente al lenguaje como lo ha hecho la CEM (Conferencia del Episcopado Mexicano). 

En nuestra opinión parece más viable por utilizar esta versión y hacer diferentes ediciones:

  • 1) De estudio: Con notas y comentarios para el estudio y profundización de la Biblia (Cfr. Biblia de Navarra como modelo pastoral a seguir).
  • 2) Pastoral: Con notas y comentarios de fácil entendimiento y que se añadan explicaciones de tipo apologetico, urgentes y necesarias para América Latina.
  • 3) Ediciones catequéticas: Con las que se inicie a los niños en las Sagradas Escrituras, posiblemente con explicaciones sencillas y ediciones con diseño atractivo. 


También sugerimos lo siguiente para evitar el monopolio y mantener la ortodoxia:
  1. Que la CELAM o la CEM o las Conferencias episcopales tengan el control de las ediciones, cediéndolo con gusto a las editoriales que quieran imprimirlo. 
  2. Que sea la iglesia quien haga las ediciones y sean a precio justo.
  3. Que sea revisado el texto incluso por criterios ortodoxos para evitar las interpretaciones y traducciones contrarias a la fe del texto Santo.
  4. Que no se haga la traducción en menoscabo del nivel intelectual de los hispanoamericanos. No somos bestias, sabemos hablar español.
  5. No humillar la Sagrada Escritura corrompiéndola par adaptarla a nuestra mentalidad. Nosotros somos los que nos debemos adaptar a la Palabra, las notas explicarán el texto. 
  6. Que no se hagan concesiones doctrinales a los protestantes.
Estas son algunas consideraciones en torno al monopolio de la Biblia en español y la esperanza de una nueva y definitiva Biblia que unifique. Una Biblia como la CEE es la ideal, conservadores, tradicionalistas, indigenistas, liberales, nacionalistas, etc. la aceptarían. Pondrían peros pero la aceptarían. Malo sería que tengan una edición que sea rechazada por extremista o concesionaria a nivel doctrinal.

Desde la Biblia del P. Scío han aparecido mas de 20 versiones completas de la Biblia en español. La CEE ha unificado con una versión correcta. Esperamos que la Iglesia de Latinoamérica esté a la altura del reto de unificarse en una versión realmente católica; dejemos de  niñerías y orgullos vanales para poder lograr lo que en España se ha conseguido.

Pidamos a Nuestra Señora de Guadalupe que este trabajo de traducción no sea una afrenta a la fe que de ella hemos recibido con su visita a América.  

Laus Deo¡